Archivo de la etiqueta: Fortaleza

Dios es mi fortaleza y escudo

“Jehová es mi fortaleza y mi escudo; en él confió mi corazón, y fui ayudado, por lo que se gozó mi corazón, y con mi cántico le alabaré.”

Salmos 28:7 RVR1960

Los seres humanos somos dados a prometer muchas cosas, pero cumplimos pocas. Y en cada aspecto de nuestra vida hemos dicho a alguien que haremos algo, y luego no somos fieles a nuestra palabra. De manera secular, a nuestros amigos les decimos que siempre pueden contar con nosotros, y casi nunca es así, a nuestros empleadores les decimos que somos las personas más trabajadoras, y a los pocas semanas o meses de contratados ya se ve que nada de lo que se dijo era real, y así llevamos un recorrido de promesas que hacemos por la emoción del momento y que no pensamos cumplir. Esto ha ocasionado que no se crea con facilidad lo que nos dicen, si acaso, se da un margen de duda para ver si realmente se es consecuente con las palabras.

Sin embargo, sí hay quien tiene un 100 porciento de cumplimiento de Sus promesas, quien nunca ha dejado a nadie desamparado, que se encuentra pendiente y accesible siempre. El salmista declara: Jehová es mi fortaleza y mi escudo; en él confió mi corazón, y fui ayudado, por lo que se gozó mi corazón, y con mi cántico le alabaré. Desde los hechos narrados en el Antiguo Testamento podemos ver cómo Dios ha estado guardando y poniendo cerco alrededor de los que le temen, de los que acuden a Él en busca de protección, auxilio o fuerzas. Pero miles de años después sigue extendiendo Su mano para que podamos encontrar socorro y ayuda, que sepamos que no estamos solos.

Dios es nuestra protección y defensa contra todo lo que arremete contra nosotros. Pero también es fiel y verdadero, cumple las promesas que ha hecho a la humanidad sin variar, aunque cambien los tiempos y los pensamientos. Es nuestra ayuda y pronto auxilio en tiempos de dificultad. Y cuando vemos la respuesta al confiar en Él, solo podemos cantar y alabar Su nombre, llenos de alegría. Ponlo a prueba hoy. ¡El Señor te bendiga!

#DiosEsMiFortaleza, #EnDiosConfio, #MinutosConDios, #ReflexionesDiarias

Sé mi roca fuerte

“Inclina a mí tu oído, líbrame pronto; sé tú mi roca fuerte, y fortaleza para salvarme.”

Salmos 31:2 RVR1960

Tener a alguien a quién pedir ayuda en un momento de dificultad trae mucha paz. Hay momentos en los que no podemos salir de una determinada situación, o llevamos una carga muy pesada sobre nuestros hombros o quizás varias personas se han confabulado en contra nuestra. Sentirnos solos causa desánimo. Si no basta con nuestras fuerzas, encontrar a quien nos ayude a solucionar de manera favorable el problema es causa de alegría.

Sin embargo, no todos cuentan con un verdadero amigo que esté dispuesto y pueda apoyarlos en momentos de apuros. Es más frecuente que las personas digan que pueden contar con ellos y que realmente no lo hagan, dejándonos no solo desanimados, sino decepcionados también. Pero en momentos difíciles, hay Alguien que es altamente confiable y que no nos fallará jamás. El salmista ruega: Inclina a mí tu oído, líbrame pronto; sé tú mi roca fuerte, y fortaleza para salvarme. Se le pide a Dios que escuche, sabiendo que librará de la tribulación o problema con prontitud. También que sea el soporte inamovible que, aunque todo se sacuda, permanece firme; y lo que nos protege de los embates de los enemigos. Pero se hace esta solicitud porque hay confianza y certeza de que puede hacerlo, que nada podrá rebasarlo ni hará que nos deje indefensos. Él es nuestra protección más eficaz.

Muchas situaciones pueden venir a tu vida. Busca ayuda en Dios, que podrá proporcionar la protección y defensa más absoluta. Clama a Él con total confianza, y te librará de lo que te inquiete, sea de la mano de tus perseguidores o de las tribulaciones. Descansa en Él. ¡Dios te bendiga!

#EscuchameYLibrame, #RocaFuerte, #FortalezaMia, #MinutosConDios, #ReflexionesDiarias

De quién temeré

“Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?”

Salmos 27:1 RVR1960

Miles de cosas pueden resultar atemorizantes para la vida de las personas, algunas que son fobias presentes en nosotros, otras que representan una verdadera amenaza para nuestra vida. Y ante esto, sentir temor es normal, pues es una sensación relacionada directamente con el instinto de conservación que surge en los individuos de forma espontánea ante la percepción personal de peligro o daño.

El percibirse poco capaz de enfrentar una situación puede ser ocasionado por una baja apreciación individual, o por una evaluación crítica de las capacidades de uno mismo. Esto puede ocasionar miedo ante determinadas situaciones adversas. Sin embargo, cuando alguien a tu lado complementa estas carencias que tienes, sientes confianza nuevamente. Pero una persona puede abandonarte, necesitamos recurrir a una fuente de seguridad más confiable. El salmista declara: Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? Y es que cuando contamos con la compañía de Dios, ni personas, adversidades, desastres o catástrofes pueden dañarnos, y ni siquiera la muerte misma debe asustarnos, puesto que ella solo nos llevaría ante Su presencia.

En Dios tenemos salvación y luz, y es nuestra fuerza ante las dificultades. Ya no estamos en un mundo de perdición o en tinieblas, ni hay nada que pueda prevalecer en contra nuestra. Cuando tenemos tal defensor, ¿de qué hemos de temer? Confía en tu Padre Celestial. ¡Dios te bendiga!

#DiosEsMiLuzYSalvacion, #FortalezaDeMiVida, #MinutosConDios, #ReflexionesDiarias

Dios es nuestro amparo y fortaleza

“Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.”

Salmos 46:1 RVR1960

Ante una situación médica, un accidente, o hecho delictivo, siempre es muy apreciable la respuesta rápida de los servicios públicos asociados al incidente. Los ciudadanos se sienten seguros y protegidos si saben que, sea cual sea el problema, recibirán atención inmediata por parte de la autoridad designada a este fin. Pero si se conoce que ocurre algo, y no hay reacción por parte del personal competente, la gestión gubernamental comienza a perder credibilidad y se generan altos niveles de descontento. Esto también es aplicable a amigos o familiares. Acudes a ellos si sabes que son confiables, que puedes contar con su ayuda en circunstancias desfavorables.

Sin embargo, la tendencia normal es que las personas nos van a fallar antes o después. Es común decepcionarse, porque en el momento en que más lo necesitas, los gobiernos, líderes, autoridades, familiares o amigos te fallan; del mismo modo en que, eventualmente, nosotros le fallaremos a alguien. No es buena idea confiar ciegamente en los seres humanos o sus estructuras. Pero si hay Alguien en quien puedes depositar tu confianza y nunca te fallará. El salmista lo declara en este pasaje: Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Si necesitamos ayuda, si necesitamos fuerzas, sea cual sea la eventualidad, Dios está dispuesto a pelear por nosotros.

Y aunque contamos con su cuidado, Dios puede permitir que situaciones difíciles vengan a nuestra vida para que aprendamos a depender de Él. Más que acudir a otra persona, debe volverse un hábito presentar nuestros problemas al Altísimo, y tratarlo como amigo. Nadie dará solución más oportuna y perfecta. Nunca nos abandonará ni nos desamparará. ¡Dios te bendiga!

#DiosEsAmparoYFortaleza, #AuxilioEnTribulaciones, #MinutosConDios, #ReflexionesDiarias

Confiando en Dios por siempre

“Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos.”

Isaías 26:4 RVR1960

Todos hemos tenido esa amistad que hoy está muy comunicativo con uno, y mañana ni siquiera nos quiere dirigir la palabra. Y aunque lo seguimos teniendo como amigo, resulta difícil el trato, pues uno nunca sabe cómo amaneció ese día. Confiar el él, también es complicado, pues quizás esté dispuesto a ayudar o sencillamente no te quiera oír. Y, a pesar de que no en esa misma medida, sucede algo similar con el resto de las personas, pues podremos contar con ellos en dependencia de que nuestra petición o solicitud de ayuda no entre en conflicto con sus propias intenciones.

Pero vemos en el libro del profeta Isaías: Confíen en Dios perpetuamente, porque en Dios el Señor está la fortaleza de los siglos. Una fortaleza está hecha para soportar asedios, ataques tanto de enemigos como de la naturaleza, es una edificación fuerte, construida con rocas y materiales resistentes que permanece firme independientemente de los embates que sean lanzados en su contra. Así es comparado Dios, agregando que es así de confiable por los siglos. Aunque fue dicho en tiempos de Isaías (754 A.C.), tiene vigencia para nosotros en la actualidad. El llamado es a que confiemos perpetuamente en Dios, porque es nuestro auxilio en tiempos de dificultades, y refugio en medio de los ataques que recibimos a diario.

Siglos de testimonios de personas en la Biblia y cristianos en la actualidad confirman que Dios sigue siendo el mismo ayer y hoy. Su fidelidad y confiabilidad no tiene límites, y no tenemos modo de compararlo con ningún ser humano, aún los más allegados a nosotros. Él está dispuesto a ser tu roca firme, y fortaleza en tiempos de necesidad. Solo nos queda confiar.

#SiempreConfiandoEnDios, #FortalezaDeLosSiglos, #MinutosConDios, #ReflexionesDiarias

Fortaleciéndonos en Dios

“Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.”

Efesios 6:10 RVR1960

Es frecuente encontrar impedimentos en nuestra vida en cada paso y ante cada meta. Situaciones difíciles, adversidad y oposición las encontramos a diario en cada aspecto de nuestra existencia. Dependiendo de nuestro carácter, somos capaces de no dejarnos abrumar, y decididos, seguir adelante. Otros, se dejan aplastar por los problemas y dejan de luchar por sus objetivos. Quizás no haya batalla más recia que la que se libra en la vida espiritual. Además de lo que comúnmente enfrentan las personas, se añaden otros ataques y tropiezos, por lo que se añora una mano amiga.

Esta porción de la epístola a los Efesios antecede a la descripción de la armadura de Dios dada por Pablo a los creyentes, y en ella enfatiza de dónde viene realmente nuestra fortaleza y poder. Solamente en el Señor podemos encontrar esa fuerza para seguir adelante, ánimos cuando ya no podemos más, aliento cuando estamos desfallecidos. Es Su poder el que nos revitaliza, y permite continuar viviendo de una forma que agrade a nuestro Padre Celestial. Por Él podemos soportar adversidades, ataques y tentaciones, no solo de las personas alrededor, sino también espirituales.

Si te sientes débil, pide fuerzas a Dios; si desfalleces, pide aliento al Todopoderoso; si sientes que no puedes más, pídele a tu Padre Celestial que te sostenga. Él está dispuesto a venir en tu socorro. No te fallará ni te dejará solo. Quiere que cuentes con Él y te protegerá de cualquier embate del enemigo en tu contra. Solo confía en el Señor.

#FortalecidosEnElSeñor, #ConfiadosEnLaFuerzaDeDios, #MinutosConDios, #ReflexionesDiarias

Dios me conoce

“Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían.”

Nahum 1:7 RVR1960

¡Qué bueno es ser reconocido por otros! Cuando estamos delante de la presencia de un presidente, ministro, o cualquier persona de poder que sea respetada por todos, y esta persona nos conoce y saluda, hace que pasemos, ante la vista de todos los que se encuentran ahí, de ser alguien ordinario a tener importancia o influencia.

Durante el transcurso de la vida, conocer a los que tienen una posición elevada, sea un director, jefe, maestro, o cualquiera que ejerza control sobre la vida de los demás, hace que la apreciación que otros tienen acerca de nosotros cambie. En el contexto de la iglesia, también resulta agradable que el presbítero o pastor, de en medio de la congregación, te conozca por tu nombre y tenga un trato diferenciado contigo.

¿Cuánto más si el Creador del universo te conoce? El profeta Nahum, ante el inminente ataque del rey asirio Senaquerib, aseguraba al pueblo de Israel que los que confían en Dios estarían a salvo. Dice que Él es bueno, que es nuestro refugio cuando estamos en angustia, y que conoce a los que confían en Su nombre. ¿Qué puede haber mejor que eso? Nosotros nos alegramos porque una persona como usted o como yo, que se diferencia solo en un cargo o posición, nos conoce. ¡Imagine la importancia de que seamos conocidos del Dios Todopoderoso! Más aún, somos llamados hijos suyos y Él nos permite que le llamemos Padre.

Desde aquella época, se nos dice que seremos fortalecidos y resguardados ante las dificultades, que no estamos solos, que Dios es bueno, que nos conoce y tenemos en Él ayuda. En la actualidad esto sigue siendo extensivo para todos los que deciden poner la confianza en tan extraordinario amigo. Hoy es el momento de aceptarlo o restaurar tu relación.

¿Quieres esto para ti?

#DiosEsBueno, #DiosEsMiFortaleza, #DiosMeConoce, #MinutosConDios, #ReflexionesDiarias