Archivo de la etiqueta: Dios

Dios prueba el corazón

“Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.”

Jeremías 17:10 RVR1960

Es frecuente en nuestro decursar por la vida encontrar personas que aparentan ser una cosa y realmente son otra. Eso, tristemente, se ha convertido en una habilidad de sobrevivencia en la sociedad, y aunque no sea necesario su uso, muchos lo llevan intrínsecamente. De ese modo, nunca se llega a saber verdaderamente cual es la intención detrás de una acción. Muchas personas asisten a las iglesias en búsqueda de beneficios materiales, donaciones, o ayuda económica, nunca buscando el rostro de Dios. De esa forma, aparentan piedad y misericordia y realmente solo persiguen intereses egoístas.

Dios dice al pueblo de Israel mediante el profeta Jeremías, que el corazón es engañoso y perverso más que todas las cosas, preguntando a continuación quién lo conocerá. E inmediatamente responde: Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.  A veces creemos que por hacer cosas ocultas nadie más lo sabrá. Cuando disfrazamos de bondad nuestras intenciones de humillar y sentirnos superiores a otros, solo nosotros lo sabemos. Que cuando enmascaramos la maldad, nunca se darán cuenta. Olvidamos a Dios, y que no tenemos modo de escondernos de Él, que nuestros pensamientos e intenciones están pueden ser vistas como un libro abierto por el Altísimo, y creemos que escaparemos al castigo de nuestras malas obras. ¡Qué engañados estamos!

Puede que nuestra naturaleza sea engañosa, y que hayamos crecido en un medio que nos lleva a tener intenciones ocultas, pero esto no está conforme a la voluntad de Dios, y nos llevará por un mal camino. Estamos a tiempo de arrepentirnos y enmendar nuestras acciones. El Todopoderoso puede cambiar tu vida, y hacerte una persona veraz y confiable. Hagamos que nuestras obras sean verdaderamente de bien y misericordia, que muestren el amor de Dios.

#DiosPruebaElCorazon, #FrutoDeLasObras, #MinutosConDios, #ReflexionesDiarias

Sin fe es imposible agradar a Dios

“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”

 Hebreos 11:6 RVR1960

Muchos cristianos en la actualidad viven una vida sin poder, sentados en los bancos y escuchando acerca de las grandes obras que puede hacer Dios, pero sin experimentarlo en sus vidas. La razón de que esto suceda es por falta de fe. No creen que sus oraciones puedan causar una respuesta y se abstienen de interceder para evitar la vergüenza, en caso de que nada suceda.

El autor de la epístola a los Hebreos escribe: sin fe es imposible agradar a Dios; porque el que se acerca a Dios debe creer que Él existe, y que premia a los que le buscan. Hay aspectos que son importantes y debemos tener en cuenta: podemos llamarnos cristianos, pero si no tenemos fe, nos es imposible tener una buena relación con el Altísimo. Además, creer que existe y que es el mismo ayer, hoy y mañana. Hay una tendencia a creer que ya Él no hace milagros en la actualidad, y no hay nada más lejos de la realidad. Es un engaño del enemigo para que usted viva una vida cristiana sin poder y deje de experimentar lo que el Padre Celestial tiene para usted. Por otro lado, responde a los que le buscan. Si perseveramos en oración, tendremos respuesta, si creemos que Dios hará, y nos acercamos confiados sabiendo que las mismas obras que hacía antes la hará ahora y aún mayores, veremos su poder.

Como cristianos, estamos llamados a ser luz ante los inconversos, mediante nuestro testimonio personal y que se evidencie a Cristo en nosotros, pero también a dar evidencia del poder de divino, que creemos en un Dios vivo, que sana personas, echa fuera demonios, protege a Sus hijos, transforma vidas, y ha prometido que estaremos con Él por la eternidad. Nuestro Dios no duerme, está atento esperando que tengamos fe y confiemos en Él para que milagros sean hechos en Su nombre.

#SinFeEsImposibleAgradarADios, #CristianosSinPoder, #MinutosConDios, #ReflexionesDiarias

Por gracia sois salvos

«Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios»

Efesios 2:8 RVR1960

Cuando nos acercamos a predicar el evangelio de salvación, las personas ofrecen varias razones, tratando de justificar que no aceptan a Jesús como Señor. Una de las razones que escuchamos es que no han hecho nada malo, son gente de bien y nadie los puede señalar en modo alguno. Este tipo de personas morales creen que no están en pecado porque no han asesinado, robado o sido infieles. Consideran que, por sus esfuerzos y actitud, Dios no puede culparlos de nada.

El apóstol Pablo, en su carta a los Efesios, les habla acerca de la salvación, enfatizando que por gracia somos salvos, por medio de la fe, no por nada que hayamos hecho nosotros, ni porque lo merezcamos, sino porque es don de Dios. El versículo siguiente aclara: no por obras, para que nadie se gloríe. No fue por nuestra actitud, ni la bondad en nosotros, ni por lo que hayamos logrado. Nadie puede ufanarse de haberse ganado la salvación. Dios la extendió a todos como regalo, como un obsequio inmerecido, que nadie esperaba ni podíamos comprar a ningún precio. Por gracia fue entregado Jesucristo a morir por nuestros pecados y la fe en que Él es el camino, la verdad y la vida, y solo mediante su sacrificio nosotros podemos ser salvos.

Debemos lograr entender y hacer entender a otros que solo en Cristo podremos tener salvación. Que es por fe que podemos ser llamados hijos de Dios, ser limpios de nuestros pecados y faltas, que, aunque no hayamos cometido ninguna transgresión, es pecado no hacer lo que debíamos, o una mala intención o pensamiento. Nadie podría haber reemplazado a Cristo en su papel redentor, y solo nuestro Padre Celestial podía propiciar quien fuera la vía de reconciliación entre Él y la humanidad.

#SalvosPorGracia, #DonDeDios, #MinutosConDios, #ReflexionesDiarias

No os conforméis a este siglo

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”

Romanos 12:2 RVR1960

La adaptación es la capacidad de un organismo de ajustarse a un ambiente. Desde el punto de vista sociopsicológico, es el proceso mediante el cuál un individuo o grupo modifica sus patrones de comportamiento para ajustarse a las normas imperantes del medio social en el que se desarrolla. Sin embargo, hay en esta adaptación no solo un factor de supervivencia, sino también un aspecto moral, en el cual, si el entorno a adaptarse es adverso, la persona, o modifica su entorno inmediato o cambia hacia otro menos hostil.

El apóstol Pablo hace un llamado a los cristianos a que no se adaptaran al mundo en el que estaban viviendo. Es necesario recordar las fiestas y rituales de adoración paganos que se celebraban en esos tiempos, los excesos que eran frecuentes y los cristianos estaban expuestos a estas tentaciones. Pablo les insiste en que no hagan lo mismo que todos los demás, que se diferencien y no vean lo malo como normal. Les habla de que se transformen mediante la renovación del entendimiento, la cual es dada únicamente por el Espíritu Santo y que de este modo podrían ver cuál es la voluntad de Dios, que es agradable y perfecta. A ojos de los miembros de la iglesia primitiva, abstenerse y apartarse de lo que todos hacían podría haber sido difícil. Lo que el mundo hace es tentador y aparentemente bueno. Sin embargo, mirándolo desde el prismas de nuestro Padre Celestial, se estaba buscando la santificación y consagración de los creyentes, además de protegerlos de peligros físicos y espirituales.

En la actualidad sucede lo mismo con los creyentes: quieren adoptar conductas y hábitos de inconversos, modas y peinados, estilos y características de personas que no tienen nada que ver con ellos, que participan en actos pecaminosos y los reconocen públicamente. El llamado es el mismo para nosotros: no nos acostumbremos a las prácticas de los que niegan a Jesús, más bien seamos nosotros los que impactemos en ellos, y sea el mundo quien se transforme a semejanza de Cristo mediante nuestro testimonio.

#NoOsConformeisAEsteSiglo, #TransformacionDivina, #MinutosConDios, #ReflexionesDiarias

El mediador entre Dios y los hombres

“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”

1 Timoteo 2:5 RVR1960

La humanidad se expandió a lo largo de toda la tierra habitable, y dependiendo de sus condiciones climáticas y de vida, dio lugar a las diferentes razas y pueblos que conocemos hoy. Dios, el Creador de todo cuanto existe, se da a conocer a Abraham, y establece un pacto con él y su descendencia, que llegaría a ser la nación de Israel, pueblo llamado a ser luz para todas las demás naciones. Sin embargo, los habitantes de otras regiones, con el ánimo de llenar su vacío espiritual, comenzaron a crearse dioses y a adorarlos.

Dentro de los mandamientos dados a Moisés, que constituyeron la base del comportamiento ético moral de las naciones posteriormente, hay una declaración que debía servir para todas las personas hasta la actualidad: Yo soy Jehová tu Dios, no tendrás dioses ajenos delante de mí. Miles de años después, Pablo escribe a Timoteo y nuevamente existe esa confirmación, pero extendida a razón del nuevo pacto establecido por el Todopoderoso para toda la humanidad: hay un solo Dios, y un solo mediador entre Él y los hombres, Jesucristo hombre. Hay una afirmación absoluta: solo hay un Dios, supremo, poderoso, santo, justo, preexistente, omnisciente, omnipresente. Y un mediador entre este Ser insondable y nosotros: Jesucristo, Dios hecho hombre, que vivió y padeció entre nosotros, para morir en una cruz expiando nuestros pecados y de este modo reconciliarnos con Aquel de quien nos separamos por nuestra vida disipada. Ningún apóstol, pastor, maestro, líder, mártir, cristiano u hombre en general puede realizar la función mediadora exclusiva de Cristo, el cuál fue tentado en todo, y no pecó jamás, teniendo en Su naturaleza carácter divino.

Muchos en la actualidad usan intermediarios entre ellos y nuestro Padre Celestial. Religiones y personas han querido asumir un papel mediador en nuestra relación hacia el Trono de Gracia. Recuerde que gracias a Jesús de Nazaret no necesitamos que nadie oficie en nuestro lugar, tenemos con el Espíritu Santo comunicación directa, y en una función mediadora, capaz de comprendernos y abogar por nosotros, al Mesías, cuyo nombre es sobre todo nombre.

#HayUnSoloDios, #JesucristoMediadorEntreDiosYHombres, #MinutosConDios, #ReflexionesDiarias

El camino de los hombres

“Todo camino del hombre es recto en su propia opinión; Pero Jehová pesa los corazones”

Proverbios 21:2 RVR1960

Como individuos tenemos un buen concepto de nosotros mismos. Aun las personas con complejos de inferioridad o introvertidas, consideran que su manera de hacer las cosas tiene basamentos en elecciones adecuadas. El ser autocríticos no es una de las características más frecuentes de los seres humanos. Por el contrario, somos capaces de desviar nuestra culpa hacia otros, aunque sea evidente nuestra responsabilidad.

Enmascaradas en buenas intenciones, se han realizado injusticias y atropellos. Y existe tendencias a decirnos a nosotros mismos que se hizo por un bien común, que mejor que se afecten otros y no nuestra familia, o la frase: el fin justifica los medios.

Entre los creyentes suele encontrarse este comportamiento también. Y un rasgo fundamental de este modo de actuar es que consideran que nadie puede saber lo que realmente están pensando.

En este pasaje de Proverbios, vemos que se expresa esto en una sola frase: todo hombre tiene la opinión de que su camino es recto. Pero hay algo que sigue a continuación: Dios ve lo que hay en tu corazón. Aquí no hay engaño posible. Él puede ver nuestras intenciones. ¿Hacemos las cosas por ingenuidad o desconocimiento? ¿O acaso es intencionalmente que obramos mal? La creencia de que no seremos descubiertos puede ocasionar que pensemos que podemos disfrazar malas intenciones como acciones bondadosas, pero es necesario entender que todos nuestros actos, palabras y pensamientos van a ser juzgados. Dios está al control de lo que sucede, y no vamos a poder engañarlo.

Seamos veraces. Ser autocríticos es lo único que nos permitirá enderezar verdaderamente nuestro camino, que nuestras intenciones sean claras y que no hagamos daño a nadie en el trayecto de nuestra vida. De este modo, podremos rendir cuentas de nuestros actos sin temor a ser avergonzados en cualquiera que sea el ámbito en el que nos encontremos y daremos testimonio de Dios a todos los que nos rodean.

#DiosPesaLosCorazones, #DiosEscudriñaPensamientos, #MinutosConDios, #ReflexionesDiarias

Siendo luz

“Nadie que enciende una luz la cubre con una vasija, ni la pone debajo de la cama, sino que la pone en un candelero para que los que entran vean la luz”

Lucas 8:16 RVR1960

En ocasiones ha sucedido que amistades o compañeros de trabajo nos sorprenden cuando los vemos en una iglesia y descubrimos que son cristianos desde hace años. Es interesante como puede llegar a suceder que esconden que son creyentes de tal modo que es imposible saberlo. Son personas que ni por su comportamiento ni sus actuaciones eres capaz de imaginar siquiera que creen en Dios.

Esto sucede con más frecuencia de la que deseamos. Existen personas que asisten a los templos en cada servicio que se da, pero después que salen de ahí, no logras percibir que son discípulos de Cristo.

En palabras de Jesús de Nazaret, se nos dice que nadie enciende una luz para taparla o ponerla debajo de una cama, sino que es puesta donde genere luz para todos. En nuestros hogares, la luz está colocada lo más alto posible, para que irradie e ilumine cada lugar de la habitación donde está. Y eso mismo es lo que se espera de nosotros.

Hemos sido llamados a ser luz del mundo. A que en un mundo donde predomina el egoísmo, la maldad, la envidia, el pecado y los malos sentimientos, nosotros impactemos mostrando la transformación producida por Dios en nuestras vidas, con generosidad, bondad, empatía, santidad y amor fraternal hacia otros. ¿Cómo es posible que seamos como otro más en nuestro centro de trabajo, de estudio o vecindario? ¿Cómo permanecer insensibles si alguien tiene problemas, si sabemos que las personas están yendo a un infierno de condenación?

Del mismo modo que si en una habitación a oscuras usted trae una luz e ilumina el lugar, así es cada creyente que está donde hay inconversos. Es el momento de hacer que la luz de Dios impacte en ellos, mediante nuestro testimonio, nuestras acciones, la manera de preocuparnos e interceder por cada uno. Ahí donde Él nos ha puesto, puede haber alguien que necesita que nosotros le hablemos, ver en nosotros la presencia del Espíritu Santo. Es realmente una oportunidad de salvar almas.

Aprovéchala hoy. #LuzDelMundo, #LuzDeCristo, #TestimonioCristiano, #MinutosConDios, #ReflexionesDiarias

Buscando a Jehová

“Buscad a Jehová y su poder; Buscad su rostro continuamente.”

1 Crónicas 16:11 RVR1960

En el mundo actual el hombre se ha acostumbrado a vivir alejado de Dios. Corrientes filosóficas modernas han generado la tendencia a creer que solo importa lo que piensa un individuo, centrando la atención sobre el ser humano y anulando la existencia de un Ser Todopoderoso. Sin embargo, aún ateos y agnósticos en accidentes, fenómenos naturales o situaciones de vida o muerte han clamado a un Dios al que niegan. Cuando se rompe la falsa sensación de dominio que tenemos de lo que nos rodea y tenemos certeza de que por nuestras fuerzas no podemos resolver el problema, acudimos al Creador.

Vamos a Dios en situaciones extremas, fundamentalmente cuando los especialistas en los que ponemos nuestras esperanzas nos dicen que no es posible hacer nada. En ese momento, como último recurso, vamos a Él.

Pero en nuestra vida cotidiana, a veces vamos a buscar a alguien que nos puede ayudar en una necesidad que tenemos. Queremos que nos brinde apoyo, y nos tienda la mano para salir de la situación en la que nos encontramos. Pero posteriormente a esto, nos olvidamos de esa persona, hasta que necesitamos otra asistencia.

Y por momentos queremos hacer esto mismo con Dios. Queremos obtener sus beneficios y que Él esté en función nuestra.

David, rey de Israel, nos alienta a buscar a Dios continuamente. No nos dice que lo hagamos solo cuando necesitemos, sino que constantemente le busquemos. 1 Crónicas 16:11 forma parte de una alabanza que David está dedicándole al Todopoderoso luego de traer el arca del pacto y colocarla en el tabernáculo. Este rey reconocía la importancia de que Dios habitase en medio de su pueblo y de la misma manera que hizo con los israelitas, nos insta a que lo dejemos que haga lo mismo hoy.

No deben ser los beneficios personales la razón por la que lo buscamos, pero si es necesario que seamos amigo de Dios si queremos tener acceso a su poder. Debemos tener con Él un trato íntimo, cercano, fraternal. Y la única manera de hacerlo es primeramente reconciliándonos con Él, reconociendo nuestros pecados, aceptando a Cristo como Señor y Salvador y, a partir de este punto, relacionándonos diariamente mediante la oración, la lectura y meditación de las Santas Escrituras.

¿Qué te parece? ¿Quieres que Dios escuche tu petición? ¿Tienes lo que se necesita para relacionarte con Dios?

¿Tienes falta de sabiduria?

“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.”

Santiago 1:5 RVR1960

Las personas somos muy susceptibles a como nos ve la sociedad. Para ser aceptados nos adaptamos a normas y estándares que definen cómo quieren que seamos. Estas normas, que son dictadas por el entorno en el que vivimos y los grupos con los que interactuamos, establecen como debemos ser, como debemos vestir, como debemos comportarnos y que nos debe gustar; pero están diseñadas para definir a la mayoría, sin tener en cuenta las diferencias intrínsecas individuales, las que nos identifican y hacen únicos.

Aspectos como la inteligencia, el coeficiente intelectual, o la disposición académica, pueden hacer que una persona se sienta inferior a otros.

Desde que nacemos, ciertas características nos definen. Algunos desde pequeños tienen habilidades innatas para la música, dibujo, danza. Otros tienen dotes de liderazgo, o son muy inteligentes. ¿Quién da estas habilidades o dotes? Dios tiene un plan para cada uno de nosotros, y desde el vientre de nuestra madre nos da dones y talentos distintos para que podamos ser capaces de llevar a cabo nuestro cometido.

El apóstol Santiago identifica en el versículo 1:5 a Dios como origen y proveedor de la sabiduría. Y nos anima a que, si creemos que nos falta, la pidamos Dios para que nos sea dada. Dice además que Dios la da abundantemente, y sin reproche. No hay deudas parciales, ni pagos por adelantado. Si nos acercamos a Dios confiadamente, y pedimos como un hijo pide a su padre, Él nos dará más de lo que nosotros mismos esperamos. Pero nos dará aún más: la sabiduría de la que habla la Biblia tiene un marcado sentido práctico. No es el conocimiento de libros mediante el cual solo teóricamente conocemos y solo queda en eso, es un conocimiento práctico de saber hacer, de poder realizar las cosas efectivamente y de forma adecuada.

Si consideras que quieres sabiduría, o aún si es otra cosa más ¿te atreves a confiar en Dios?