Archivo de la etiqueta: Amistad

El mayor amor

“Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.”

Juan 15:13 RVR1960

Las relaciones humanas son procesos complejos que involucran sentimientos, raciocinio, compromiso y aceptación. Dentro de ellas encontramos la amistad, una de las más beneficiosas y que cada persona debería tener en su vida. La amistad (lat. amicĭtas) es una relación de afecto, simpatía y confianza que se establece entre personas que no son de la familia. Ella favorece una buena salud mental, y ayuda a crear relaciones afectivas duraderas. Es frecuente hacerse amigos de personas con las que compartimos intereses, y con el tiempo, surge el afecto. Con amigos mejoramos nuestra comunicación, se reduce el estrés, recibimos comprensión y apoyo, mejora la confianza y la autoestima, posibilita superar situaciones traumáticas, pero también reduce problemas de depresión, hipertensión arterial, entre otras.

Cuando se tiene una verdadera amistad no hay reparos en hacer lo que esté en sus manos por la otra persona. Con el tiempo este amor fraternal puede desafiar cualquier otro sentimiento o relación, hasta el caso en que algunos amigos han demostrado ser más fieles que la propia familia. Existen ejemplos de fidelidad, de entrega, y sacrificio en favor de las amistades. Sin embargo, Cristo dice: Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Hay amigos que han donado su sangre, que han dado órganos, que han estado a nuestro lado en las buenas y las malas, en situaciones de vida o de muerte. Pero Jesús dio su vida por nosotros, aun cuando no lo merecíamos ni lo llamábamos amigo. Su sacrificio fue algo que no merecíamos, y que generó beneficios y oportunidades para la humanidad hasta la actualidad.

No hay mejor amigo que Cristo, ni mayor muestra de amor que dar la vida por nosotros, pecadores. Nunca lo buscamos y, sin embargo, dio lo más preciado de Él, en rescate de cada uno de nosotros y para darnos la posibilidad de que seamos salvos y tengamos vida eterna. No desperdiciemos la oportunidad, y hagámosela conocer a otros. ¡El Señor te bendiga!

#ElMayorAmor, #DarLaVidaPorUnAmigo, #MinutosConDios, #ReflexionesDiarias

El que tiene amigos

“El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano.”

Proverbios 18:24 RVR1960

La amistad (lat. amicĭtas) es una relación de afecto, simpatía y confianza que se establece entre personas que no son parte del círculo familiar. Usualmente parte de intereses y motivaciones comunes, sistemas de valores compatibles y modos de pensar afines. Es una de las relaciones interpersonales más comunes que se tienen a lo largo de la vida, y llega a haber sentimientos tan profundos entre ellos que suele decirse que los amigos son la familia que uno elige. Es curioso como la amistad tiene un impacto positivo en la salud, al reducir el estrés, mejora la confianza y la autoestima, posibilita superar situaciones traumáticas, pero también reduce problemas de depresión, hipertensión arterial e índice de masa corporal (IMC) poco saludable.

Como cualquier otra relación interpersonal, requiere de compromiso, reciprocidad y saber sobrellevar tanto virtudes como defectos. En el pasaje de hoy vemos que dice: El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano. Es necesario, en primer lugar, saber escoger las amistades. Más que la cantidad, es preferible procurar calidad en este tipo de relación. Ha sucedido que cuando miembros de la familia pueden fallarte, un buen amigo permanecerá a tu lado contra cualquier situación que se pueda presentar. Pero uno debe estar dispuesto a cultivar esa amistad, y uno de los principales aspectos que lo permiten es pasar tiempo juntos. Esto consolida la confianza, permite conocer mejor a la otra persona, y tener mayor empatía. También es importante evitar fallarle o traicionarlo. Sin embargo, no ser cuidadosos con nuestra elección de ellos, hará que terminemos decepcionados, o que puedan conducirnos a problemas, si no hay compatibilidad de caracteres.

Uno de los mejores amigos que podemos tener es Dios, pues cuando las personas te fallan, Él estará ahí para ti. Pero como con cualquier amistad, debemos cultivar esa relación, dedicarle tiempo, querer interactuar con Él, sentirlo como parte de importante de nosotros, y ser capaces de cambiar lo que está mal para poder llevarnos bien. Esta es una decisión que nunca vamos a lamentar. ¡El Señor te bendiga!

#Amistad, #Hermandad, #AmigosDeDios, #MinutosConDios, #ReflexionesDiarias

Todos de un mismo sentir

“Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables.”

1 Pedro 3:8 RVR1960

Cuando un inconverso habla de cómo cree que deben comportarse los cristianos, se los imagina de una forma determinada que usualmente es idílica, o a la que cada cristiano debe aspirar. Se espera ver la iglesia unida, teniendo relaciones de hermandad, compartiendo lo que tienen, sin egoísmos ni murmuraciones ni defectos. Sucede que no es necesariamente este el escenario normal, y esto es utilizado como argumento para no asistir a esa congregación.

Las personas olvidan que en las iglesias están personas llenas de defectos como ellos, pero que han reconocido que Cristo es la solución para llenar el vacío de sus vidas. Ya estando ahí, comienzan a haber transformaciones en sus vidas ocasionadas por la presencia del Espíritu Santo, asemejándolos a la imagen de Cristo como modelo a seguir. Y vemos que gradualmente nos acercamos a los que dijo Pedro que debe ser un cristiano: sean todos de un mismo sentir, compasivos, amándose fraternalmente, misericordiosos, amigables. Somos personas de diferentes lugares, diferentes modos de pensar, niveles culturales, estatus sociales, costumbres y hábitos, pero enfocados en un mismo fin: agradar, obedecer y servir a Dios con humildad.

Si no ha experimentado cambios en su modo de actuar, póngase en manos de Dios. Si dejamos que el Espíritu Santo obre en nuestras vidas, sea cual sea nuestro origen, veremos una transformación en nuestro ser, inclinándonos a sentir compasión, a tener amor fraternal entre nosotros, mostrar misericordia a todos, tratando amigablemente a todos, benignos, con una bendición siempre para otros, y unidos en el mismo sentir que nos mueve a todos, dando de este modo testimonio de Cristo y Su iglesia.

#TodosDeUnMismoSentir, #ComportamientoCristiano #MinutosConDios, #ReflexionesDiarias

El consejo cordial

“El ungüento y el perfume alegran el corazón, y el cordial consejo del amigo, al hombre.”

Proverbios 27:9 RVR1960

Ante los problemas que pueden venir a nuestra vida, es común que las personas se ofusquen, y no puedan pensar con claridad. A veces se maximizan las situaciones, y las percibimos más complejas de lo que en verdad son, más si han sucedido situaciones desagradables con frecuencia. Un observador externo, que no se encuentra influenciado del mismo modo que nosotros, puede tener una solución más precisa que nosotros, y darnos palabras de ánimo.

El autor de este pasaje compara la fragancia de un perfume floral o las esencias aromáticas en una comunidad de hace más de tres mil años atrás, que inundaba el ambiente viciado de la época y proporcionaba olores agradables, con un consejo al decir: El ungüento y el perfume alegran el corazón, y el cordial consejo del amigo, al hombre. El mismo efecto refrescante y relajante de esos aromas lo tiene un consejo oportuno en momentos de dificultad. Es en tiempos de adversidad en los que verdaderamente reconocemos a nuestros amigos, los que dan palabras de sabiduría, soluciones a los atolladeros en que nos encontramos, y todo de forma amable, buscando nuestro bienestar y ayudarnos a salir del problema.

Pero si no contamos con un amigo verdadero, ni un hermano de la iglesia, siempre podemos contar con Dios, que se encuentra dispuesto a ayudarnos en cada adversidad, tribulación o prueba en la que podamos encontrarnos, quien nos da fuerzas, paz y ánimo para seguir. Y en las Sagradas Escrituras encontramos siempre palabras de sabiduría divina para cada ocasión, que toda persona prudente seguiría. Él nunca nos abandonará, aun cuando todos a nuestro alrededor lo hagan.

#ElConsejoCordial, #ElConsejoDelAmigoAlegra, #MinutosConDios, #ReflexionesDiarias

El que busca amistad

“El que cubre la falta busca amistad; mas el que la divulga, aparta al amigo.”

Proverbios 17:9 RVR1960

Uno de los aspectos que se buscan en una verdadera amistad es la discreción, que la persona sea capaz de guardar un secreto. En muchas oportunidades se acude a los amigos para contarles acerca de un error cometido, alguna falta y se espera que se escuche el problema, y quizás un consejo. Lo que nunca se espera es que la persona lo comente con otros o que se eche en cara este fallo de forma recurrente.

Vemos en este pasaje de proverbios que se nos dice: El que cubre una transgresión, busca amistad; pero quien sigue mencionando el asunto, aparta hasta al amigo más íntimo. Es importante aclarar que esto no tiene la implicación de encubrir un asesinato o violación del orden público, es más referido a aconsejar oportunamente a la persona que comete la falta, y mantener el asunto entre los dos, sin que posteriormente sea recriminada la persona o se vaya diciendo a todos el error cometido. Cabe destacar también que este es el modo de comportarse Dios, que nos perdona todo tipo de pecados y transgresiones, sin volverlas a tomar en cuenta, a diferencia de los demonios, que constantemente tratan de acusarnos con los errores pasados.

Como cristianos, un hermano se nos puede acercar para comentarnos de alguna falta o tropiezo. Como hermanos en Cristo, debemos aconsejarle oportunamente, pidiendo sabiduría a Dios, sin el ánimo de recriminarle o cuestionar su comportamiento, sino de restaurarlo y ayudar a restablecer la comunión con Dios. Bajo ninguna circunstancia podemos comentar con otros la situación del hermano o hermana, y tampoco ante cada desliz, recordarle los errores pasados, puesto que, si lo hacemos, podríamos lograr que se apartara completamente de los caminos de Dios.

#CubriendoLaFalta, #SiendoConfiables, #MinutosConDios, #ReflexionesDiarias

Guardando Tus dichos

“En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.”

Salmos 119:11 RVR1960

Todos hemos tenido amigos a lo largo de nuestra vida. Lograr ese grado de cercanía con otra persona requiere de tener intereses comunes, realizar actividades juntos, que exista afinidad, confianza, empatía, pero también saber respetar los límites que se establecen. Cada uno de nosotros tiene cosas que no somos capaces de tolerar, aspectos de la personalidad que nos hacen diferentes, y nos definen como individuos. Dentro de esto, hay acciones o actitudes que nos desagradan, y ser capaces de aceptar a los otros como son es lo que nos hace mejores amigos. Del mismo modo que nosotros identificamos qué no les gusta a otros, otros dejan de hacer cosas porque nos desagradan.

Con la familia sucede algo parecido. Nuestros padres nos aman, pero desde pequeños nos enseñan modos de conducta para nuestra correcta integración a la familia y a la sociedad. Nos enseñan respeto y limites, que hacer y que no hacer. Esto nos aleja de problemas con la ley y con otras personas.

Algo similar sucede en este versículo. El salmista eleva un canto diciendo que ha guardado los dichos o mandamientos de Dios en su corazón, para no pecar contra Él. Hay un deseo de agradar. Hay un esfuerzo por no desobedecer conscientemente. Y es que la comunión con el Padre Celestial trae grandes beneficios para nuestra vida. Pero no lo hagamos por los beneficios, sino porque se lo debemos: Él se acercó antes y ha hecho todo por nosotros.

Se ha acercado como Padre y como amigo. Dios busca tener una relación cercana, de amistad, íntima. Pero Él es Santo y exige determinadas cosas a cambio. Si por otras personas nos abstenemos de hacer cosas que los molesten, ¿cómo no hacerlo por el Creador del Universo?

¿Lo harás?

#AmigosDeDios, #PadreCelestial, #AgradandoADios, #MinutosConDios, #ReflexionesDiarias