“Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.”
Salmos 23:3 RVR1960
Cuando hacemos el mal, siempre existe temor a ser descubiertos, y que tengamos que responder por nuestros actos. Aun cuando se nos puede adormecer la conciencia por la práctica frecuente del pecado, hay noches en las que no se puede conciliar el sueño por la preocupación. Y aunque parezca que no, se está en un sobresalto y una alerta constante. Estamos solos, y debemos velar por nosotros mismos, sin saber de dónde vendrá el golpe, más porque hacemos malas obras.
Pero cuando Dios está con nosotros, es una experiencia totalmente distinta. El salmista refiere: Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Cualquier inquietud, alerta, zozobra, sobresalto con el que vivíamos antes, va desapareciendo. La presencia de Dios restaura y da paz a nuestro espíritu, la manera en que vemos y vivimos se hace bien diferente. Pero más aún, si nos dejamos conducir por Él, nos llevará por caminos de justicia y rectitud, nos llevará a hacer el bien a otros, y a amar a los demás. Se convierte en nuestro guía, y cambiamos nuestra forma de pensar, de actuar, de tratar a las personas. Y todo esto lo hace por amor a nosotros y ser fiel a Sus promesas.
Puede que en este día estés pasando por una situación desesperada. O puede que estés tan adentro en la práctica del pecado, que no sepas cómo salir, en una inquietud constante. Cristo es la solución a cualquiera de los casos. Acércate al Trono de Gracia, y experimentarás la paz que solo Dios puede proporcionar. ¡El Señor te bendiga!
#ConfortaMiAma, #GuiaPorSendaDeJusticia, #MinutosConDios, #ReflexionesDiarias